Mucho más sabremos de él si leemos su epopeya burlesca, la batalla entre buenos y malos poetas: el Viaje del Parnaso (1614), porque él es su protagonista, y le habla al dios Apolo de sus obras: de sus Comedias, de sus Novelas, de su Don Quijote:
El homenaje a la imprenta que es en sí Don Quijote de la Mancha llega hasta a incluir una de ellas en sus páginas. Don Quijote, en su estancia en Barcelona, no solo verá por primera vez el mar, sino también ¡una imprenta!
Don Quijote, el caballero andante, nace de la cabeza del hidalgo don Alonso Quijano, como Atenea de la de Zeus. Pero esa creación es solo posible gracias a la imprenta. Sin la divulgación de las obras escritas que supuso ese extraordinario invento, el hidalgo manchego no hubiera podido tener tal biblioteca, no hubiera podido leer tantos libros de caballerías ni de pastores.
Su vida en libertad está llena de intentos fallidos para lograr puestos, destinos. Ni logrará ir a las Indias, como pretendía, ni tampoco, al final de su vida, ir a Nápoles en el cortejo del nuevo virrey, el conde de Lemos.
Miguel de Cervantes nace en Alcalá de Henares en 1547, seguramente el 29 de septiembre (día de san Miguel); fue bautizado el 9 de octubre en la iglesia de Santa María la Mayor.
Era el cuarto de los siete hijos de Rodrigo de Cervantes, cirujano –curaba heridas– y de Leonor de Cortinas.
Cada nuevo puerto suponía la confirmación de su aprendizaje o bien el encuentro con un universo inesperado y complejo. Entraron en contacto con culturas y lenguas distintas y descubrieron cosas sorprendentes.