UNA MISMA ILUSIÓN Y MÚLTIPLES INTERESES
Las conferencias -de Literatura y de Historia y también de Medicina o Antropología- iban preparando la llegada a los puertos. El Dr. De las Barras y de Aragón llevaba un diario donde recogió puntualmente todas las actividades de a bordo y de los países visitados. En cada puerto, las salidas estaban programadas atendiendo a las diferentes disciplinas de estudiantes y profesores: mientras unos visitaban departamentos de Humanidades de las distintas universidades, otros iban a ver hospitales o centros de salud, y unos terceros se interesaban por obras de ingeniería o aspectos urbanísticos, antropológicos, etc.
Los viajeros universitarios establecían contactos tanto con su país de origen como con los puertos de destino. Y todo ello con los medios de la época: cablegramas, radiogramas, cartas... Los familiares recibían crónicas puntualísimas donde se narraban las actividades realizadas y las impresiones vividas por sus hijos o hermanos. También se imprimían en el barco diarios con noticias o crónicas escritas por los expedicionarios.
El periplo era ambicioso y muy variado. Después de las Canarias, el salto a América. Puerto Rico, Santo Domingo, Venezuela... Establecen contactos muy interesantes, tanto culturales como científicos o políticos. Y se llevan alguna desagradable sorpresa, como la que ocurrió en Venezuela.