El fondo del cuatrocientos del CRAI Biblioteca de Fondo Antiguo, dentro del conjunto de las bibliotecas del Estado, ocupa el tercer puesto detrás de la Biblioteca Nacional y la Biblioteca Colombina de Sevilla en número de copias y de ediciones, y el primero entre las bibliotecas universitarias. Según el
Catálogo de incunables en bibliotecas españolas, y los catálogos colectivos de incunables en línea ISTC i GW, cuenta con
93 ediciones únicas en el Estado y
seis únicas en el mundo.
A la espera de una visión más detallada de la colección que se conseguirá cuando finalice su recatalogación, se puede apreciar ya un fondo rico, procedente de imprentas de toda Europa, especialmente catalanas, españolas, italianas y francesas, en el que se pueden encontrar multitud de disciplinas, además de la estrictamente religiosa, puesto que reúne obras científicas, históricas, filológicas y jurídicas.
Prácticamente todos los incunables proceden de los conventos desamortizados de la provincia de Barcelona, aunque a menudo muestren marcas de individuos que los poseyeron con anterioridad: humanistas, juristas, médicos, estudiantes y mercaderes.
Destacamos el mítico
De Oratore, uno de los primeros libros impresos en Italia, fuera de Alemania, que salió en 1465 de las prensas de Conrad Swenheym y Arnold Pannartz, tipógrafos alemanes establecidos en Subiaco; o, también, el lujoso
Breviarium impreso sobre vitela en Lérida en 1479 por el alemán Henricus Botel a costa, según se lee en el colofón, del campanero de la catedral.; y una de las primeras muestras de la imprenta barcelonesa: los
Sal·lusti,
Ciceró i y
Florus, de los tipoógrafos Ioannes de Salsburga & Paulus de Constantia, impresos enl 1475.