4. EL NUEVO SIGLO Y EL PERÍODO DE INTENSA CREACIÓN
Ya en el siglo XVII y en su madurez, Miguel de Cervantes no cesa de escribir ni de dar a la imprenta sus obras. Así aparece en 1605, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; en 1613, las Novelas ejemplares; en 1614 el Viaje del Parnaso; en 1615, la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, y Ocho comedias y ocho entremeses nuevos. La muerte no dejará que vea editada su última creación, la novela bizantina Los trabajos de Persiles y Sigismunda, impresa en 1617.
Y su vida continúa con episodios dramáticos, como la muerte de Gaspar de Ezpeleta, un caballero navarro, a la puerta de su casa vallisoletana la noche del 27 de junio de 1605; con él vivían su mujer, su hija, sus dos hermanas y su sobrina. De nuevo entra en la cárcel Miguel de Cervantes porque el juez lo manda detener junto a su familia; los liberan el 1 de julio y los declaran inocentes del delito que les imputaban.
Cautivo y tres veces en la cárcel, no es raro que ponga en boca de don Quijote su hermosa defensa de la libertad:
"—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!"
Claro está que no solo don Quijote se siente libre de las obligaciones cortesanas del palacio del duque, sino también del supuesto acoso de la ingeniosa Altisidora, pero este es otro asunto.