IV. Últimas etapas. El regreso y repercusiones

VIVENCIAS, LA VUELTA... Y NUEVOS PROYECTOS

   Cada nuevo puerto suponía la confirmación de su aprendizaje o bien el encuentro con un universo inesperado y complejo. Entraron en contacto con culturas y lenguas distintas y descubrieron cosas sorprendentes. Era clara también la conciencia de que el "Marqués de Comillas" llevaba una embajada cultural de la Segunda República y de la Universidad Autónoma de Barcelona. Las autoridades de cada país organizaban recepciones, conferencias o encuentros diversos. Cuba, en particular, les obsequió con una cálida y provechosa acogida. Nueva York fue un capítulo aparte: la llegada a un mundo que conocían bien por las películas y los libros literalmente les fascinó. 
 
   Y, al final, la vuelta a Barcelona, ya pensando en nuevas posibilidades de viajes universitarios. Se preparó un relato puntual y preciso del Crucero, en dos lenguas, para difundir la riqueza de la experiencia, y el Ministerio de Instrucción Pública se interesó por la índole del viaje realizado. Empieza a atisbarse la organización de nuevos proyectos: el Crucero a Extremo Oriente, programado para el verano de 1935, y la venida de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico a España (uno de los frutos del Crucero de 1934). La fecha prevista: verano del 1936. La Guerra Civil truncaría este proyecto, como tantos otros.
 
   Esta exposición quiere mostrar que la semilla bien conservada puede dar su fruto, a pesar del paso del tiempo. Hacerlo posible está en manos de todos nosotros.