1. MIGUEL DE CERVANTES Y SUS INICIOS LITERARIOS
Miguel de Cervantes nace en Alcalá de Henares en 1547, seguramente el 29 de septiembre (día de san Miguel); fue bautizado el 9 de octubre en la iglesia de Santa María la Mayor.
Era el cuarto de los siete hijos de Rodrigo de Cervantes, cirujano –curaba heridas– y de Leonor de Cortinas. Poco sabemos de su formación; en otoño de 1566, su familia se había trasladado a Madrid, y allí, en 1568, asiste al Estudio del humanista Juan López de Hoyos. En 1567 escribe Cervantes un soneto a la reina Isabel al nacer la infanta Catalina Micaela: es su primera obra conocida.
Hasta 1585 no saldrá publicado su primer libro: Los seis libros de la Galatea, una novela pastoril, en donde se ve ya su audacia narrativa: la maldad, el engaño, el poder del dinero y la violencia están presentes en esa supuesta Arcadia; e incluso a veces triunfan, como sucede en la vida. En el relato no se ve todo a la luz del sol como en los libros de pastores al uso, sino que también la luna ilumina los prados, porque a los días reales suceden las noches, y se les da presencia al hacer que sus personajes las vivan. Nadie puede dudar de que había nacido en esta obra un narrador audaz, revolucionario e innovador.
Tardará luego muchos años en dar a la imprenta otra obra suya: verá la luz en 1605, es la primera parte de un libro único, genial: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Tiene ya él más años que su personaje, que, al nacer como caballero andante, frisaba los cincuenta.