6. ¿Cómo se juega al Libro de las suertes?

El Libro tiene sus exigencias: no se puede preguntar lo que se quiera, sino solo escoger una de las 22 «preguntas generales» que se ofrecen al jugador. Bien es cierto que la primera abarca muchas más: «¿Si lo que una persona más desea se hará o no?».
 

Primer paso: elegir una de las 22 preguntas generales. En cada una de ellas se dirige ya al jugador al paso siguiente. Por ejemplo, si seguimos con la inicial, «¿Si lo que una persona más desea se hará o no?», se nos dice que tenemos que ir al signo de Libra.
 

Segundo paso: ir al signo que se nos indica. Son 22, al igual que las preguntas. Allí se nos ofrecen 24 opciones entre las que hay que elegir. Es el momento esencial para la suerte futura: ¡la elección!
 

La forma en que se presentan son la de árboles y flores asociados a la diosa Diana, que es la que preside el oráculo. Así nos encontramos en el signo de Libra con «Diana entre los cedros. Árbol 1», «Diana en el alameda. Árbol 3». Son solo once las «verduras» enumeradas, por eso hay que elegir no solo el árbol o la flor, sino el número. En el signo «Libra» podremos escoger entre el citado «Diana entre los cedros. Árbol 1», «Diana entre los cedros. Árbol 15» y «Diana entre los cedros. Árbol 16».
 

[Recomendación de sibila: es mejor elegir una de las 24 opciones sin fijarse en lo que dice, y luego leerlo y recordarlo.]
 

Tercer paso: Hay que dirigirse hacia Diana y sus flores y árboles, y ver dónde se encuentra el que figura en la suerte elegida. Vamos, por ejemplo, a esa primera opción: «Diana entre los cedros», y tenemos que buscar el número del árbol, el 1. Ese paso de «las verduras» de Diana tiene 48 opciones, pero al jugador le da lo mismo porque solo debe ir en busca de la salida obligada. El 1 nos lleva a este cuarto paso: «En Tracia, a la ninfa Armenta».

Cuarto paso: Es el de las ciudades, que también son once. Nuestra tarea es solo buscar la que nos ha correspondido, es decir, en este caso «Tracia». Y en ella, la ninfa que se nos ha dicho; por tanto, Armenta. Son también 48 las opciones, pero forman parte solo del mecanismo del juego, no afectan para nada al jugador o consultor de las suertes.

La ninfa Armenta, dentro de Tracia, nos indica ya nuestro oráculo y su respuesta. Y nuestra elección, después de pasar por los pasos enumerados, nos lleva ya a «la suerte»: oráculo de Parnaso, respuesta 1. Es la hora de la verdad… o de la mentira.

Quinto paso: Hay que ir a la búsqueda de los oráculos, que son once también. El primero es precisamente el «Oráculo de Parnaso». No tenemos más que leer la respuesta 1, nuestra «suerte», que dice:

No tienes ni ternás lo que mereces,

en virtud crecerás como ahora creces.

No creo que nadie pueda quedar descontento de esta respuesta, ¿o sí?

[Nueva recomendación de la sibila: consúltese la interpretación que una buena sibila puede dar a «la suerte» que le ha tocado… en suerte.]